Denominamos laringitis a todo proceso inflamatorio que se desarrolle en la laringe.
Se puede distinguir una laringitis aguda simple, que puede depender de excesos de vocalización y a la que están particularmente predispuestos todos aquellos, que por razones profesionales, se vean obligados a hablar mucho. Existe también una laringitis crónica, que puede ser la consecuencia de una laringitis aguda, o bien estar causada por una faringitis crónica, que también tiene su etiología en un excesivo uso de las cuerdas vocales o en el hecho de respirar con la boca abierta debido a obstrucciones natales o a catarros naso-faríngeos.
La denominada laringitis tuberculosa suele ser una complicación de la tuberculosis pulmonar. que se ve facilitada por el hábito de fumar y la ingestión de alcohol.
Tambien hay que citar la laringitis sifilítica y la de los cantantes.
El síntoma principal es la voz ronca, que en los casos más graves puede degenerar casi en una completa pérdida de voz, estos síntomas pueden verse acompañados por fiebre y escozor de garganta.
Es la inflamación aguda de la laringe. La laringitis aguda se debe a innumerables causas: resfriado común, amigdalitis, faringitis agudas, ingestión de bebidas frías, inhalación de vapores irritantes, sujetos que usan en demasía la voz o bien cantan en exceso, etc. Las principales manifestaciones son: Alteración ostensible de la voz y aparición de una tos seca y frecuente; molesta sensación de cosquilleo en la garganta, ronquera y ligera afonía; en ocasiones, al cabo de unos días, aparece expectoración más o menos abundante.
a) Laringitis estridulosa o falso crup: Es una laringitis aguda que aparece frecuentemente en los niños adenoideos. Se caracteriza por: el niño duerme plácidamente, pero respirando más ruidosamente que de costumbre; hacia medianoche, el niño se agita y llora, apareciendo con la cara sofocada y la respiración alterada, siendo las inspiraciones ruidosas, sensación de falta de aire o disnea y los labios se ponen de color morado; estos espasmos o contracciones acostumbran a ceder al cabo de poco rato, volviendo a ser regular la respiración y durmiéndose el niño normalmente; al día siguiente, el niño se despierta bien, como si nada hubiese pasado. En ocasiones, estas crisis aparecen tres o cuatro noches seguidas.
b) Laringitis diftérica: Es la laringitis que aparece en el curso de la difteria; se manifiesta por: ronquera o afonía, sensación de falta de aire progresiva, acceso de tos muy frecuentes, voz apagada; es frecuente que aparezca reacción inflamatoria de los ganglios del cuello; la inspiración es sibilante. A la vez pueden presentar síntomas comunes a la difteria, en general.
Se denomina lagingitis crónica a la inflamación prolongada y continua de la laringe; usualmente es motivada por ataques repetidos de laringitis agudas, por excesivo abuso del tabaco y del alcohol, inhalaciones constantes de vapores irritantes en algunas profesiones, excesivo abuso de la voz, en cantantes, oradores etc.Se caracteriza por: alteración de la voz y ronquera; frecuente cosquilleo de la laringe, con deseo de toser; ligera expectoració; es constante la necesidadde toser para intentar de "aclarar la voz". A la exploración se aprecia la mucosa de la laringe inflamada y las cuerdas vocales engrosadas y recubiertas de mocos.
Se trata de un proceso grave , pues si no se acude a tiempo a un servicio de urgencia se puede producir la muerte por asfixia. Se caracteriza por la inflamación de los repliegues de la mucosa de la laringe. El edema de la glotis se debe a: cuerpos extraños o quemaduras en la laringe, como consecuencia a una laringitis aguda o a una laringitis crónica, nefritis, edema de Quincke, etc.
Sus principales manifestaciones son: la afección se inicia bruscamente, con sensación progresiva de falta de aire o disnea, dificultad respiratoria especialmente durante la inspiración, afonía, alteración de la voz, dificultad dolorosa para la deglución de los alimentos o disfagia.
Se trata con el silencio, es decir, con el reposo del órgano, con la abolición del hábito de fumar y de la ingestión de alcohol y de alimentos fuertes.
Los casos de laringitis aguda simple también se benefician de la aplicación de calor húmedo en el cuello, de las inhalaciones salsoyódicas y balsámicas. Los síntomas de la laringitis disminuyen al beber de manera frecuente líquidos, infusiones tibias de hierbas como la manzanilla y llantén, ojalá endulzadas con miel.
Los caramelos de propóleo ayudan también a disminuir los síntomas.
En el caso de la laringitis edematosa el tratamiento debe ser oportuno y brindado en un servicio de urgencia.