El dolor de oído, cuyo nombre científico es otalgia, suele ser secundario a procesos patológicos agudos, generalmente inflamatorios, que afectan tanto el oido externo, como el oído medio.

 

 

 

Existen diferentes tipos de dolores de oído, aunque, por lo general, suelen ser intensos, persistentes y a veces exacerbados con los movimientos de masticación, como, por ejemplo, cuando existe un forúnculo en el conducto auditivo externo; si el dolor se localiza más profundamente, se puede irradiar al hemicráneo del mismo lado, teniendo entonces un carácter pulsátil, correspondiendo a una otitis media aguda o a una otomastoiditis.

 

Existe algunas veces picazón. o bien sensación de cuerpo extraño , con bloqueo del conducto auditivo y que corresponden a la presencia de tapones de cerumen, o bien a otitis de origen catarral.

 

Hay procesos situados fuera del oído que dan lugar a otalgias, como por ejemplo, la artrosis de la articulación temporomandibular y los tumores o inflamaciones de la base de la lengua, de la hipofaringe, etc., que, a través de las conexiones de los nervios linguales, glosofaríngeo y laríngeo superior con los nervios auditivos temporales, provocan una otalgia.

 

 

 

El tratamiento para la otalgia se basa principalmente en la instilación local de analgésicos, anestésicos y descongestionantes, así como la aplicación de calor, tratando, siempre de buscar las causas que la originaron.