Cuando el dedo gordo del pie se desvía hacia el dedo pequeño, debido a que su metatarsiano sufre presión continua en su borde interno, por lo que se forma un "callo interior", que por el roce puede inflamarse, provocando dolor. Esta lesión es la que se conoce con el nombre de juanete.

 

 

 

El juanete en sí no produce síntomas, pero a veces se origina una inflamación en la bolsa que sirve de cojín en el exterior de la articulación, lo que hace que aparezca dolor, calor y enrojecimiento de la zona que impiden que el enfermo pueda caminar e incluso calzarse normalmente.

 

 

 

Existe una cierta predisposición a padecerlo de manera hereditaria en personas con debilidad articular, pero es indudable que el calzado inapropiado (tacones altos y punteras estrechas) contribuye en gran medida al padecimiento de los juanetes.

 

 

 

Si persiste el uso de calzado inapropiado, la deformidad cada vez será mayor y las complicaciones, como la inflamación de la zona afectada, cada vez se producirán con mayor recuencia.

 

 

 

Será preciso que la persona afectada calce un zapato perfectamente ajustado, así como la visita frecuente al podólogo para eliminar las durezas o callosidades que se produzcan en el pie.

 

También puede ponerse en práctica un tratamiento quirúrgico, pero éste se reserva únicamente para casos muy acentuados, ya que exige un mínimo de dos meses de inmovilización, con escayola después de la operación, y los resultados a veces no son los esperados por el paciente.