En este trastorno se incluye un conjunto de maniestaciones hemorrágicas, que aparecen debido al excesivo uso de anticoagulantes (heparina, dicumarol), en el tratamiento de las afecciones vasculares, produciendo en ocasiones  hemorragias por la piel (hematomas), el aparato digestivo (hematemesis) o los riñones (hematuria). 

 

Los anticoagulantes son medicamentos que se emplean en el tratamiento de la trombosis venosa, embolia pulmonar, infarto del miocardio, embolia arterial de los miembros, etc.

 

 

Siempre que un paciente se le administre heparina para combatir eficazmente su afección, periódicamente se debe revisar las características de la coagulación sanguínea, así se evitarán los trastornos hemorrágicos de hiperheparinemia, que en ocasiones aparecen.