Acerca de la Colecistitis
La colecistitis es un proceso inflamatorio a cargo de la vesícula biliar.
En la gran mayoría de los casos (incluso hasta el 90 por 100) suele ser secundaria a la presencia de cálculos biliares, y en el resto, es decir, en muy pocas ocasiones, se debe a una infección primaria.
Tipos
La colecistitis puede ser aguda o crónica.
En la primera, el proceso inflamatorio puede ser simplemente de tipo catarral, o en las formas más graves llegar a ser purulenta, e incluso gangrenosa, en la cual se producen necrosis focales de las paredes.
El análisis de sangre manifiesta leucocitosis, polinucleosis y velocidad de sedimentación acelerada.
En las formas crónicas, asociadas practicamente siempre a una calculosis biliar, se puede dar tanto una colecistitis hipotrófica como una colecistitis hipertrófica, según que la mucosa se presente lisa o aumentada de tamaño y espesada.
Síntomas
Los síntomas serán muy dierentes en las formas agudas y en las crónicas. En las formas agudas existe fiebre más o menos elevada, pero siempre presente, precedida de escaloríos, persistentes durante varios días, mientras que en la litiacis biliares la fiebre es transitoria y poco elevada. El dolor agudo en el hipocondrio derecho (de tipo cólico o fijo), que se reagudiza con la palpación, hace sospechar la existencia de una colecistitis; el hígado está aumentado de tamaño y puede palparse la vesícula biliar, especialmente en aquellos casos en los que está dilatada a causa de haberse producido un estancamiento mucoso.
Las formas crónicas pueden seguir a un ataque agudo o presentarse como tales desde el principio, los trastornos dispépsicos y las sensaciones de molestia en el aparato digestivo. son características de esta forma. El paciente refiere que sufre eructos frecuentes, ardores de estómago, vómito y a veces diarrea, al final de las comidas (debida a una descarga imprevista de bilis). Se pueden asociar a estos síntomas: febrícula, dolores de cabeza consecuentes a las alteraciones de la función digestiva e incluso modificaciones del humor a causa del sufrimiento crónico insidioso.
Diagnóstico
Para valorar un diagnóstico que se presenta dudoso se puede recurrir a una muestra de bilis tomada por sondaje duodenal y estudios radiográficos (colecistografía, colangiografía) que pongan de manifiesto el estado en que se encuentran tanto las vías biliares como la vesícula biliar.
Tratamiento
En las formas en que no existe calculosis la curación es más rápida y más fácil; en algunas formas graves se deberá recurrir a la intervención quirúrgica.
En las fácilmente controlables con una antibioterapia de amplio espectro, es decir. que puedan atacar a distintos tipos de gérmenes (tetraciclina, ampicilina y compuestos similares).