Acerca de la Colecistitis Crónica
Es la inflamación crónica de la vesícula biliar, siendo una secuela de los ataques repetidos de colecistitis aguda, acostumbrando a estar asociada con la litiasis biliar.
Se caracteriza por las mismas manifestaciones que la litiasis biliar pues generalmente coexisten.
Síntomas
La sintomatología subjetiva se caracteriza por un eructo constante, con sensación de abdomen tenso, hinchado y, a veces, después de las comidas, dolor de tipo sordo en la zona correspondiente al hipocondrio derecho, y más raramente por dolores epigástricos y ardores.
El paciente, por lo general, suele hacer frecuentes comidas a base de huevos, de alimentos fritos, los que producen una diarrea después de las comidas. Esta diarrea la produce un repentino vaciado de la vesícula debido a la estimulación que sobre ella ejerce determinado tipo de alimentos. Entre los síntomas subjetivos generales recordaremos: cefalea persistente y somnolencia, a veces vértigos, crisis estenocárdiacas, palpitaciones y trastornos del ritmo cardíaco; en algunos casos urticaria o prurito intenso difuso y frecuentes dolores de tipo reumatoide en el hombro derecho y en el brazo del mismo lado.
Objetivamente, sobre la colelitiasis crónica es casi siempre demostrable el signo de Murphy, representado por un dolor vivo que se sucita a la palpación del abdomen en el punto que corresponde al cruce de la línea de la arcada costal con el margen exterior del músculo recto abdominal del lado derecho. El dolor puede a veces ser tan violento, que provoca un cese de la respiración.
Diagnóstico
El diagnóstico clínico de colelitiasis calculosa debe ser confirmado radiológicamente mediante un examen directo de la región hepática y, si este último resultara negativo, mediante una colecistografía o, mejor aún, una colangiografía.
El diagnóstico diferencial se debe realizar con la falta de movimientos de las vías biliares y con la úlcera gastroduodenal.
En los casos de sintomatología atípica el diagnóstico diferencial debe realizarse, según los síntomas que refiera el paciente, con la angina de pecho, con la inflamación crónica de las vías urinarias, con la ovuriosalpingitis crónica, con la metritis crónica y con la artrosis.
Tratamiento
El tratamiento de la colecistitis crónica es fundamentalmente dietético. Entre los alimentos se deberán excluir aquellos claramente indigestos o excesivamente ricos en grasas, especialmente animales, y las legumbres.
Entre los fármacos podrán ser de utilidad los coleréticos suaves. Serán muy útiles las curas hídricas en un balneario.
Las eventuales complicaciones infecciosas se tratarán con una adecuada terapia antibiótica, eligiendo el compuesto que sea más activo contra los gérmenes infectantes.
Cuando estos cólicos se repiten con frecuencia y la colecistitis crónica incide notablemente sobre las condiciones de la vida del paciente, será necesario un tratamiento quirúrgico para la extirpación de la vesícula.