Acerca de la Gastrectasia
Llamamos gastrectasia al agrandamiento patológico del estómago que puede desarrollarse de una forma aguda, esto es, repentina, o bien crónica, es decir, a lo largo de un tiempo más o menos largo. Inicialmente es debida a una relajación de la musculatura estomacal, con la consecuente desaparición de los movimientos peristálticos.
Origen
Los especialistas están de acuerdo en admitir que la causa de la dilatación aguda reside en una parálisis de las paredes gástricas que determinan una atonía de la musculatura, con la consiguiente flojedad de la misma sujeta a una distensión anormal. La forma crónica puede deberse a causas completamente opuestas. La más habitual la constituye la atonía del estómago que se instaura en todas las condiciones de debilidad orgánica consecuentes a enfermedades crónicas (de evolución prolongada), que presentan una afectación general del aparato digestivo similar a la de la visceroptosis.
Síntomas
En la forma aguda, éstos son muy acentuados y producen especial aprensión; el paciente acusa un fuerte dolor en la región epigástrica, con difusión retroesternal, vómito intenso y repetido, que rapidamente conduce al paciente a un estado de deshidratación completa.
La sintomatología de la forma crónica, esencialmente de tipo dispépsico, tiene como signos principales unas digestiones largas y difíciles, acompañadas por eructos, sensación de plenitud postprandial, vómitos, etc. La segunda y últma causa de la dilatación crónica es de tipo mecánico y está producida por una estrechez (estenosis) de estómago que en general se localiza en la región del píloro.
La estenosis puede ser consecuente de una neoplasia o bien de origen cicatricial, (úlcera etc.). En esta eventualidad, el estómago en un primer momento pone toda su capacidad contráctil en la musculatura por encima de la estenosis, para poder vencer la estrechez que se opone a la progresión normal del contenido gástrico, pero este estado de hiperfunsión rápidamente se agota, haciendo que la pared gástrica, que se ha hipertrofiado durante el aumento de la actividad peristáltica, se haga progresivamente atrófica; al instante la dilatación definitiva se estabiliza una sintomatología dispéptica de pesadez y con dolor epigástrico acompañado de ardor, vómitos etcétera.
Tratamiento
En la forma aguda, además de la inmovilidad del paciente, que deberá yacer en un lecho en posición prono, son de gran ayuda los cardiotónicos y analépticos, con el fin de mantener el corazón y la circulación en perfecto estado. También son útiles los fármacos que estimulen la contracción de la musculatura gástrica; entre ellos cabe destacar todos los de tipo de la prostigmina.
Para el tratamiento de la dilatación crónica, el paciente observará un escrupuloso régimen de vida, no tomará comidas abundantes, llevará un bendaje elástico que sostenga el abdomen, procurará hacer ejercicios cotidianos de gimnasia, tratando de desarrollar la musculatura abdominal, y por último, reposará (incluso en las primeras horas después de comer) con la parte inferior del cuerpo más alta que el tronco y la cabeza.
La dieta, como ya se ha dicho, será muy nutritiva y escaza en cantidad, es decir, pocos líquidos o alimentos que favorezcan la producción de gas, y además, considerando que estos pacientes son por lo general asténicos, será oportuno el que se oriente hacia un régimen de vida que favorezca la mejoría de las condiciones generales dek organismo, todo ello debe ir orientado y sostenido por una terapia anabolizante que el médico determina según los casos.
En las formas crónicas de estenosis gástrica es frecuente tener que recurrir a una intervención quirúrgica que solucione completamente este agrandamiento patológico de la cavidad estomacal.