Acerca de las Várices
Las varices son dilatación permanente de una vena acompañada del ensanchamiento del vaso con alteraciones de su pared. La localización más frecuente sin duda a nivel de las piernas y del ano, donde reciben el nombre de hemorroides, el esófago, en los casos de hipertensión portal y las venas del cordón espermático. Sin ninguna dura, la situación más habitual de la enfermedad varicosa está representada por los miembros inferiores.
En ocaciones, extensas várices no producen síntomas. En otras, y principalmente después de estar durante mucho tiempo de pie, aparece fatigabilidad de los músculos de las piernas, calambres musculares; a veces edemas de los tobillos, que desaparecen durante la noche; puede aparecer pigmentación de la piel de la zona afectada. Una de las más frecuentes complicaciones de las várices es la tromboflebitis.
Las varices frecuentemente se vuelven visibles durante el embarazo, con la edad y con la obesidad.
En Europa y en los Estados Unidos, se calcula que diez o quince por ciento de los individuos por encima de los trinta años de edad, con una marcada preferencia por las mujeres, está afecto por várices en los miembros inferiores.
Orígenes
Es muy variado, pero, por lo general, hay que buscarlo en una debilidad o deficiencia del aparato valvular venoso, en la sobrecarga de los miembros inferiores, por una falta de resistencia constitucional del tejido conectivo o elástico que forma la pared venosa. A estos factores hay que añadir otros determinantes de tipo neurohormonal tóxico, infeccioso, metabólico, etc., los cuales pueden, por un lado, debilitan aún más la pared vascular, y por otros, aumentan la presión intravascular.
Síntomas
Por lo general, los miembros se ven afectados bilateralmente y presentan venas tortuosas, ensanchadas, que proporcionan un aspecto serpentino.
La sangre venosa superficial encuentra dificultades para descargar en la red profunda a través de las venas comunicantes y de la desembocadura de la safena. Consecuencias de estas alteraciones hemodinámicas es el grave enlentecimiento de la circulación venosa del miembro. De todo lo anteriormente expuesto se deduce la sintomatología, que aparece de forma lenta, y que pasa de la sensación inicial de peso en el miembro, al picor, ligero edema maleolar y, poco a poco, a medida que la insuficiencia venosa se va agravando, aparecen bajo la piel las venas inflamadas de aspecto serpentino ya descritas, el edema y el cansancio del miembro; todo ello se agrava, apareciendo una tensión dolorosa junto con un afinamiento e hiperpigmentación de la piel que cubre las várices. Es frecuente la aparición de eccema, la formación de la típica úlcera varicosa de curso tórpico (que no tiende hacia la curación). Pueden producirse fenómenos de fleboteombosis o de tromboblebitis, y en algunos casos, la rotura de la varice por alteración de los tegumentos o por un trauma, incluso leve.
Tratamiento
Para tratar las várices deben usarse medias compresoras diariamente.
El afectado por várices debe colocar las piernas en alto mínimo 15 minutos, 2 o más veces al día.
Unas dos o tres veces por semana colocar una toalla embebida en agua fría, la cual permenecerá hasta que seque espontáneamente. También resultan útiles las compresas de arcilla.
En cuanto a la nutrición, esta debe ser rica en alimentos que contengan bioflavonoides, como cítricos y uvas. Se pueden encontrar también bioflabonoides en cápsulas.
El consumo de vitamina C tanto en la dieta, como en comprimidos (unos 100 mg, 2 veces al día) son de gran ayuda.
Como tratamiento natural está indicada la ingesta de castaño de Indias, ya sea en comprimidos, cápsulas o gotas.
Se recomienda la infusión de ruda, unas 2 tazas al día, sin excederse ya que el exceso de ruda tiene efectos indeseados.
Como medidas generales deben seguirse normas higiénicoprofilácticas como el reposo y evitar pasar largos períodos de tiempo de pie.
Para casos más severos su médico puede indicar un tratamiento esclerosante, o bien una intervención quirúrgica. Esta última consiste en una sonda metálica provista de un botón que se desplaza junto con toda la vena (intervención de "Stripping" de la safena).