Acerca de la Fiebre Amarilla
La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa aguda, ocasionada por un "virus" y transmitida por el mosquito Aedes aegipti. Es una enfermedad epidémica, que ocurre en las zonas subtropicales y tropicales (África occidental, Indias occidentales, Brasil, Bolivia, Colombia, Paraguay, Perú y Venezuela). Los barcos y los aviones son los causantes de epidemias fuera de estas zonas, debido a la conducción de mosquitos. Los mosquitos conducen la infección por picadura después de alimentarse con sangre de personas infectadas; el mosquito permanece infeccioso durante toda su vida, que es de unos 5 meses; un mosquito infectado no puede conducir la infección hasta pasados unos 12 días aproximadamente.
El período de incubación de esta enfermedad oscila entre 3 y 6 días.
Síntomas
La fiebre amarilla se caracteriza por: se inicia súbitamente con fiebre elevada y aceleración del número de pulsaciones por minuto; la cara está enrojecida, los ojos inyectados, las encías congestionadas y la lengua roja; son frecuentes los vómitos, las náuseas y el estreñimiento; en el segundo y tercer día aparece una ictericia; dolores musculares, especialmente en las pantorrillas, dolor de cabeza, dolorimiento de todo el abdomen, decaimiento general, etc. La infección progresa, la temperatura se eleva más, disminución considerable del número de pulsaciones por minuto, ictericia intensa, los vómitos son frecuentes, especialmente de la nariz y de las encías; existe gran cantidad de albúmina en la orina; el enfermo se halla decaído y con una debilidad extrema. En los casos favorables, a partir del octavo día van cediendo gradualmente las manifestaciones.
Prevención
Sin lugar a dudas la manera más eficiente para prevenir la fiebre amarilla es la vacuna, la cual debe administrarse al menos 10 días antes de viajar a lugares donde exista esta enfermedad.
Para evitar el contacto directo con este mosquito también se recomienda el uso de repelentes.
Tratamiento
Para la fiebre amarilla no existe tratamiento específico, pero deben seguirse medidas generales como el reposo absoluto.
El paciente debe mantenerse bien hidratado. Algunas veces debe recurrirse al suero.
Se usan medicamentos para bajar la fiebre.
Cuando hay complicaciones el paciente podría requerir de Hemoderivados para el sangrado grave.