Acerca de la Artrosis
Se designa con este nombre a las deformidades de las articulaciones consecutivas al envejecimiento o desgaste de los cartílagos que revisten las extremidades óseas y que componen las articulaciones o a consecuencia de trabajar éstas en malas condiciones o forzadas. Con los años, debido al roce continuo, los extremos óseos que forman la articulación, durante los movimientos, se desgastan, por lo que son más frecuentes en los ancianos; no obstante, si la articulación tiene una sobrecarga, como ocurre en los casos de individuos muy obesos, cuyas caderas y rodillas deben soportar un peso excesivo, o en los casos de personas cuya rodilla sana sufre una mayor carga debido al acortamiento de la otra extremidad o su columna vertebral "trabaja" en condiciones forzadas debido a la desviación de la misma, puede aparecer una artrosis precozmente, en jóvenes.
Debido al desgaste continuo, se forma un " polvillo de hueso" dentro de la articulación y en la periferia de los extremos óseos aparecen unos ganchos en forma de "pico de loro" o "espina de rosal", denominados "osteofitos", que son típicos de esta enfermedad.
La artrosis de cadera se denomina coxartria, de la rodilla, gonartria, y la de columna vertebral, espondiloartrosis o espondilosis.
Una artrosis de mayor o menor importancia está presente en individuos que han sobrepasado los cuarenta y cinco años.
La artrosis se convierte en una enfermedad cuando surgen dolores acentuados y limitación más o menos profunda de la función.
Síntomas
La artrosis se caracterizan por: dolor al iniciar el movimiento de la articulación afectada. que desaparece al "calentarse" la misma, es decir, al cabo de un rato de estar funcionando, o con el reposo; crujidos, que se "oyen" o bien se perciben al colocar la mano sobre la articulación durante el movimiento. Generalmente estas molestias son calificadas de "reumatismo crónico".
La artrosis no produce fiebre durante el período de recrudescencia dolorosa ni afectación del estado general. La artrosis de las vértebras afecta preferiblemente a los hombres y el proceso degenerativo se asienta en los discos intervertebrados, es decir, en los cojinetes cartilaginosos interpuestos entre vértebra y vértebra; estos cojinetes pierden su elasticidad y permanecen aplanados, mientras que secundariamente las vértebras producen hueso reactivo en sus márgenes laterales, lo que les confiere un aspecto de rueda dentada. La artrosis vertebral que corresponde al cuello produce dolores irradiados al cuello, a la nuca y a la espalda; la del sector lumbar, además de dolores lumbares puede provocar otros de tipo ciático por comprometer a las raíces nerviosas del mismo, que tienen su origen en el tramo lumbar de la médula espinal, la cual va por el interior del canal vertebral. La artrosis tiene una evolución lenta y no afecta al estado general. La lumbalgia frecuente, o dolor lumbar, mono o bilateral, es la manifestación de una artrosis vertebral.
Evolución
La artrosis afecta generalmente a una o a un número muy reducido de las articulaciones, con preferencia por las de la rodilla, la cadera y las articulaciones vertebrales, es decir, las más sensibles al desgaste fisiológico .
Desde el punto de vista anatómico, la enfermedad está constituida por un proceso degenerativo con fisuras de los cartílagos articulares, que evolucionan hacia la degeneración. El hueso subyacente al cartílago reacciona produciendo nuevos estratos o capas óseas que alteran el perfil del mismo y su normal funcionamiento. Esta actividad de neoproducción ósea toma el nombre de osteofitosis, mientras que se llama osteofito a la protuberancia nudosa que se forma sobre la superficie articular. Se consiguen así modificaciones en el aspecto de la articulación, que aunque no conduzcan a la anquilosis, si pueden provocar la pérdida de la motilidad articular.
Tratamiento
No existe terapia capaz de hacer regresar la artrosis, pero si se puede prevenir su presentación o retrasar su evolución.
El reposo, los preparados a base de yodo, azufre y vitaminas B1- B12 tienen un discreto efecto terapéutico. Para combatir los dolores se usan analgésicos y derivados cortisónicos. El calor local, el masaje y la radioterapia pueden producir también una notable mejoría, favoreciendo la circulación y reduciendo la irritación periarticular.
En la actualidad también se utiliza el colágeno hidrolizado con vitamina C, además de la glucosamina.
La tabletas y cremas preparadas a base de cartílago de tiburón podrían reducir los síntomas de esta enfermedad, aunque aun faltan más estudios científicos tendientes a comprobar su efectividad.
Popularmente en muchos países especialmente sudamericanos se emplean las barritas de azufre para aliviar las molestias derivadas de la artrosis.
En casos severos de artrosis el médico puede también realizar una cirugía llamada artoplastia.