Acerca de los Sabañones
Se conoce como sabañones al eritema pernio, es decir, enrojecimiento de la piel, acompañado de edema, que generalmente está causado por la exposición al frío. Se producen con mayor frecuencia en personas que padecen trastornos en la circulación periférica.
Síntomas
Las zonas donde se asientan los sabañones suelen ser los dedos de las manos, dedos de los pies, nariz y orejas; se aprecia en ellas unas manchas rojo-oscuras, ligeramente inflamadas y con la piel que las recubre lisa y brillante. Al principio, quien la padece no notará molestia alguna, hasta que comienzan a apreciar prurito y ardor que complican el sabañón, ya que con el rascado pueden aparecer grietas e infectarse por gérmenes patógenos existentes en el ambiente. En este caso, el proceso genera una verdadera lesión ulcerosupurativa, con la aparición de numerosas costras superficiales.
Origen
Los sabañones suelen aparecer a finales de otoño o principios de invierno, desapareciendo cuando comienza la primavera de una manera total; tienen así una presencia cíclica, ya que suelen repetirse con las estaciones.
El papel del frío es desencadenante, está comprobado de manera rotunda.
Tratamiento
El tratamiento consiste en una mejora de la circulación periférica, a base de gimnnasia y masajes, aconsejándose también la denominada gimnasia vascular, que consiste en sumergir las zonas afectadas en un baño frío durante un tiempo no superior a quince segundos, introducirlas inmediatamente después en un baño caliente por un tiempo igual; esta operación debe repetirse aproximadamente diez o doce veces.
El médico puede en ocaciones recomendar la administración de vasodilatadores, que mejora la circulación, y una dieta equilibrada.
Una precaución para evitar su aparición será la protección de las zonas afectadas mediante guantes de lana en las manos y calcetines en los pies que ayuden a mantener una circulación periférica aceptable, evitando, en lo posible, la exposición al frío.