Acerca de la Conjuntivitis
La conjuntivitis es un proceso inflamatorio a cargo de la conjuntiva que puede ser de origen traumático (presencia de cuerpos extraños en el ojo , golpe de aire) o bien infeccioso, por ataque local de las bacterias. También existe un tipo de conjuntivitis de origen alérgico.
Tipos
Según la sintomatología y los caracteres objetivos que están presentes, se pueden distinguir varias clases:
Conjuntivitis catarral aguda: Es la forma más frecuente y puede ser provocada por causas físicas o infecciosas; en general, es bilateral. Las conjuntivas aparecen enrojecidas y cubiertas de secreciones mucosas o mucopurulentas, los párpados están edematosos (hinchados) y el paciente advierte una penosa sensación de fotofobia (dolor de ojos ante la luz). El tratamiento de esta forma de conjuntivitis se basa en la aplicación local de pomadas antibióticas y colirios, acompañada por frecuentes lavados con soluciones de ácido bórico. Si la conjuntivitis catarral aguda, puede recidivar fácilmente o pasar a forma crónica, que se manifiesta con enrojecimiento de la conjuntiva y quemazón constante.
Conjuntivitis de las piscinas: Afecta a las personas que frecuentan las piscinas, pero cura fácilmente sin complicaciones.
Conjuntivitis purulenta: Este tipo de conjuntivitis se caracteriza por la presencia de un exudado de pus.
Tratamiento
Ante la sospecha de una conjuntivitis se debe acudir al médico lo antes posible, teniendo en cuenta que el mal puede ser contagioso, por lo que será preciso evitar el empleo en cumún de toallas, gafas de sol, etc.
El tratamiento de la conjuntivitis bacteriana consiste en la aplicación de una pomada o gotas antibióticas, mientras que la de origen alérgico suele precisar antihistamínicos.