Acerca de la Hiperlipidemia
La hiperlipidemia es un estado metabólico que se caracteriza por un aumento de los lípidos en sangre. Este aumento puede ser global o parcial y en este caso existir una hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia e hiperfosfolipidemia.
Tipos
Las hiperlipemias pueden ser primarias y secundarias. Las primarias son hereditarias y se deben a una alteración de los sistemas enzimáticos o de las proteínas que actúan como vehículos de las grasas, aunque la transmisión hereditaria, en la mayoría de los casos, no se puede demostrar. Las secundarias forman parte de cuadros clínicos de alteraciones metbólicas u orgánicas, como la diabetes, el hipotiroidismo, la ictericia colostática o la nefrosis. Es difícil confundir unas con otras, ya que en las segundas existe una serie de síntomas, además de la hiperlipemia, que denominan el cuadro clínico.
Tienen gran importancia debido a su estrecha relación con la producción de alteraciones vasculares del tipo de la arterioesclerosis. La más conocida de las hiperlipidemias es la hipercolesterolemia, que es una alteración del metabolismo del colesterol caracterizada por la presencia en sangre en cantidades superiores a los 250 mg. por 100. Habrá que tener en cuenta que los valores del colesterol en sangre son muy variables dependiendo de la edad y condición del individuo a examinar y también de los métodos utilizados para determinarlo. Estos miden el colesterol total, y por separado el LDL (colesterol malo), HDL (colesterol bueno) además de los triglicéridos
El incremento del valor puede ser secundario a un aumento de los triglicéridos, y en otras ocasiones es aislado, tratándose entonces de un error del metabolismo del colesterol. Esta disfunción es necesario efectuarla para poner en práctica el posterior tratamiento.
Síntomas y Signos
Estas enfermedades se desarrollan sin síntomas visibles. Sólo en los casos muy graves, en especial si son de tipo hereditario, pueden aparecer por debajo de la piel unas manchas amarillas que se hacen más acusadas en las zonas de los codos, membranas interdigitales y tendón de Aquiles.
Tratamiento
Existe una serie de fármacos que se utilizan en el tratamiento de la hipercolesterolemia y que determinan una reducción de la misma. No obstante, siempre será necesario complementar el tratamiento con una dieta adecuada con una disminución de grasas saturadas e hidratos de carbono, ya que estos últimos pueden elevar los niveles de triglicéridos. Es adecuado consumir alimentos ricos en
Omega 3 como los pescados azules y ricos en fibra como las legumbres; para aliñar las ensaladas se recomienda utilizar
aceite de oliva.
El vino tinto, especialmete el de origen chileno, de la cepa Cabernet Sauvignon contiene antioxidantes los cuales contribuyen a que el colesterol se oxide y forme placas, las cuales obstruyen las arterias. Este debe consumirse junto con las comidas, de manera moderada y previa consulta al médico tratante.
Pueden consumirse infusiones tanto de hojas de higuera como de
quintral.
A veces la hipercolesterolemia es solamente un síntoma de una determinada enfermedad, como hipotiroidismo, nefrosis lipoidea, y sólo mejorará al tratar la causa.