Acerca de la Sarna
La sarna es una enfermedad parasitaria causada por el
Sarcoptes scabieri, ácaro pequeñísimo que pertenece a la familia
Sarcoptidae, conocido como ácaro de la sarna. De esta especie han sido identificadas diferentes variedades, cada una de las cualesparasita selectivamente una o más especies animales. Aquella que, penetrando en la piel humana, es el agente responsable de la sarna el S. scabieri variedad
Hominis. Las otras variedades (equina, bovis, suis, etc., que afectan respectivamente a caballos, bovinos, cerdos, etc.) provocan la roña sarcóptica de los animales, afección equivalente a la sarna humana. Por lo tanto, parece que la mayor parte de estas variedades puede parasitar, al menos temporalmente, especies de mamíferos (comprendido el ser humano) que no son sus huéspedes habituales. Por ejemplo, la variedad
Equi y
Suis ataca a veces a las personas que (como los veterinarios) por motivos profesionales están en contacto con lesiones cutáneas de animales afectados por la roña. Es conocida una dermatitis que afecta los brazos, el torax y el cuello de estos trabajadores debida a la variedad
Bovis.
La S. Scabieri variedad Homini posee, por el contrario una marcada preferencia por el humano. El ácaro adulto es tan pequeño, que dificilmente resulta visible sin la utilización de una adecuada lente de aumento.
Contagio
En estas condiciones el contacto con individuos afectos de sarna determina fácilmente el contagio. Recordaremos también que huevos, larvas, ninfas y adultos pueden salir de sus galerías después de un rascado y no es raro que se encuentren sobre la ropa y las personas afectadas. Por lo tanto, también la ropa, sábanas y y los otros efectos de individuos enfermos representan una fuente de contagio. Generalmente, en el ser humano (contrariamente a lo que tiene lugar en los animales) no se dan infestaciones masivas, es decir, con presencia de numerosísimos parásitos; por lo general, es difícil encontrar simultáneamente sobre el mismo paciente más de cinco ácaros adultos, mientras que larvas y ninfas pueden ser más numerosas, pero sin pasar de algunos centenares. Una infestación inicial puede permanecer silente durante una o dos semanas; luego se manifiesta con el síntoma más fastidioso: el prurito. Parece que éste se debe a una reacción alérgica del organismo.
El que los individuos afectos de sarna estén sensibilizados ha sido demostrado por el hecho de que una segunda infestación provoca prurito apenas el ácaro comienza a excavar su túnel bajo la piel.
Síntomas
Las partes del cuerpo humano preferidas por el ácaro de la sarna son las muñecas, las zonas interdigitales de las manos y de los pies y las axilas.
Parece qu el S. scabieri no excava galerías más profundas que en la capa córnea de la piel. Naturalmente, la presencia de este parásito que contamina las galerías con sus propias deyecciones y excreciones provoca molestias que al menos en parte pueden ser de naturaleza alérgica.
Sobre la piel irritada aparecen estrías y manchas rojizas mientras que se forman pequeñas vesículas. El prurito (picor), que aumenta durante la noche, induce a los pacientes a rascarse y consecuentemente a romper involuntariamente las vesículas de las cuales sale un líquido seroso que desecándose forma las costras. Las lesiones por rascado ponen al descubierto los ácaros, contribuyendo un óptimo terreno de desarrollo para las bacterias. Por lo tanto, a veces se determina la aparición de pústulas y lesiones polimórficas que agravan la enfermedad, complicando el cuadro clínico. Son frecuentes las piodermitis.
Además de los fenómenos locales no hay que olvidar las consecuencias de esta infección parasitaria sobre las condiciones generales del paciente y su sistema nervioso. Las personas más sensibles parecen
insomnio durante las noches a causa del intenso prurito y es fácil imaginar cuáles pueden ser los efectos en una situación semejante especialmente si se prolonga mucho tiempo.
Diagnóstico
No es difícil, ya que en el 85 por 100 de los casos se ven afectadas las muñecas y las manos, la inspección de estas zonas y el aspecto característico de las lesiones orientan inmediatamente al médico que las examina.
A veces los túneles, con una longitud de 15 milímetros, son visibles como finas estrías sinuosa, oscuras, porque están llenas de polvillo y deyecciones del parásito. A veces hay que confirmar la presencia del antrópodo con la observación al microscopio.
Tratamiento
Hoy en día el sistema de tratamiento más simple, de indiscutible eficacia, se basa en el empleo de cremas recetadas por el médico tratante.
Determinados tratamientos exigen, ante todo, limpieza e higiene personal cuidadosa.
Prevención
Su profilaxis exige el tratamiento de las personas parasitadas lo más precozmente posible y la esterilización de toda la ropa contaminada. Hay que tener presente que el contagio familiar es muy frecuente. Hay que evitar naturalmente, el contacto físico con personas afectadas por la sarna.