Acerca de la Insuficiencia Hepática
La insuficiencia hepática es un estado de disminución funcional del hígado consecutivo a distintas enfermedades de naturaleza infecciosa o degenerativa que pueden afectar a este órgano. La insuficiencia hepática no es una situación única, ya que presenta a veces toda una gama de formas patológicas que van desde la llamada leve a la grave o hasta el coma hepático.

Síntomas
La sintomatología de la insuficiencia leve está formada por: digestiones pesadas, sensación de pesadez en la cabeza durante la digestión, sensación de dolor gravativo o en la región del hipocondrio derecho y boca amarga en ayunas. Esta sintomatología se hace más evidente cuando existen abusos alimenticos, especialmente si son a base de grasas y frituras. De esta forma se puede pasar lentamente a la insuficiencia grave o precipitarse rápidamente (por fortuna, suele ser un hecho bastante raro) a la atrofia amarilla aguda del hígado.
La sintomatología de la insuficiencia hepática grave comprende, en sus distintos grados de afectación, derrames abdominales (ascitis), hemorragias intestinales por várices esofágicas, edema de los tobillos, fetor hepaticus, anemia, a veces subictericia de las escleróticas o franca ictericia. En el caso de coma, la extrema reducción en el funcionamiento hepático impide en amplia medida una de las principales funciones del hígado: es decir, modificar, para luego eliminarlos, todos aquellos productos de desecho y las toxinas de distinto origen que, vertiéndose en la circulación, producen una grave intoxicación de los centros nerviosos; ésta constituye la característica fundamental del coma hepático.
Tratamiento
El tratamiento de la insuficiencia hepática se basa en la glucosa, en las vitaminas B y PP, extractos hepáticos, protectores hepáticos (o factores lipotropos), como la metionina, la colina, el inositol, el lipocaico, aminoácidos, etc. Desde el unto de vista dietético se excluirán de la dieta el alcohol, las grasas, especialmente si son fritas; los embutidos, las especias y todo aquello que haga la digestión más pesada y fatigosa; estas últimas condiciones varían de paciente a paciente y el médico debe poseer el buen sentido de aconsejar la dieta ideal para cada enfermo, a cual será sólo a expensas de los alimentos de fácil tolerancia hepática, Se podrán tomar las proteínas y los azúcares en una amplia cantidad, los aceites crudos en cantidades mínimas. Se aconsejará siempre el tomar fruta. leche o productos lácticos y carne magra.