Acerca de la Fructosa
La Fructosa es un endulzante natural que proviene fundamentalmente del azúcar natural de las frutas. También se encuentra en el néctar de las flores. Así mismo, es un componente básico de la sacarosa o azúcar común, precedente de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera.
Este endulzante es de fácil digestión, de rápida asimilación y se comercializa como producto dietético de forma cristalizada. La fructosa tiene un metabolismo particular, también se metaboliza en el hígado, pero a diferencia de la glucosa, no se requiere insulina para que el cuerpo pueda utilizarla, por lo que es mejor tolerada por personas diabéticas. Al igual que la sacarosa, la fructosa proporciona cuatro calorías por gramo, la diferencia se encuentra en que la fructosa endulza más que el azúcar por lo que necesitamos poner menos cantidad.
Usos
La fructosa es utilizada para endulzar tanto alimentos, como infusiones y bebidas, ya sean frías o calientes como refrescos, té, café, leche y chocolate sin alterar su sabor original.
Como la energía de dulcificación de la fructosa es más alta que el azúcar, la cantidad necesaria es menor, por lo tanto las calorías adquiridas también son menores.
Este endulzante también se usa en la elaboración de productos para diabéticos y en barritas energéticas destinadas a deportistas dado que se absorbe más lentamente que la sacarosa, elevando la glicemia en forma más lenta.
La fructosa también puede ocuparse para preparaciones de repostería, como tortas, pasteles, galletas etc.
Investigación científica
Un estudio preclínico, publicado en la revista Hepatology, y dirigido por Juan Carlos Laguna, catedrático de Farmacología de la Facultad de
Farmacia de la Universidad de Barcelona, muestra que, ingeridas en exceso, las bebidas endulzadas con fructosa, además de engordar, pueden alteran el mecanismo de ajuste energético del organismo.
Ventajas
Una de sus ventajas es que es de origen natural.
Por su intenso sabor dulce, se requiere menos cantidad a la hora de endulzar los alimentos.
Pueden consumirla quienes padecen fenilcetonuria.
Tras su ingesta, no se producen elevaciones bruscas del azúcar en sangre.
Desventajas
Es cariogénico, es decir, puede provocar caries si no se mantiene una adecuada higiene buco-dental.
Es calórico, por lo que su consumo se ha de moderar al igual que lo ocurre con otros azúcares sencillos, en especial, en situaciones de sobrepeso u obesidad.
A dosis de más de 20 gramos como azúcar de mesa al día, tiende a elevar los niveles de triglicéridos sanguíneos, por lo que su empleo está desaconsejado en caso de hipertrigliceridemia.
Contraindicación
Quienes sufren de intolerancia hereditaria a la fructosa, lo que se conoce con el nombre de fructosemia, no deben consumir fructosa.
Esta afección ocurre cuando el cuerpo carece de una sustancia llamada aldolasa B, la cual se necesita para descomponer la fructosa.
Si una persona sin esta sustancia come fructosa y sacarosa (azúcar de la caña o de la remolacha o azúcar común), se presentan cambios químicos complejos en su cuerpo. El cuerpo no puede transformar su material de almacenamiento de energía, el glucógeno, en glucosa y, como resultado, el azúcar en la sangre disminuye y se acumulan sustancias peligrosas en el hígado.