Acerca del Yodo
El yodo es un mineral cuyo símbolo es I, el cual es imprescindible para que la glándula tiroides pueda formar sus correspondientes hormonas. El yodo existe en el agua que bebemos en proporción irregular según las zonas; también se encuentra en los mariscos, pescados, algas, productos lácteos y en las sales
yodadas.
La carencia de yodo origina bocio, hipotiroidismo. Cuando la carencia de este mineral se da en la infancia origina falta de desarrollo tanto físico como intelectual.
El yodo y la glándula tiroides
Cuando hablamos del yodo, nos referimos a un mineral que se encuentra en cantidades muy pequeñas en el cuerpo, pero que cumple funciones de suma importancia. Los expertos nos dicen que la ingestión en nuestra dieta de 14 milésimas de miligramo de yodo por día basta para prevenir el bocio.
Hace ya varias décadas, en el cantón de Valais, llamaba la atención entre los pueblos del estrecho valle del Ródano la alta proporción de casos de bocio entre la población, y más aun el elevado número de personas que padecían de cretinismo que se presentaba en la descendencia de los atacados de bocio. Las personas atribuían todo esto a las aguas de los Alpes, de nieves derretidas. Pero, en realidad, la causa era la falta de yodo en los productos alimenticios obtenidos del suelo en aquella región.
Desde aquella época en que se pudo notar los efectos de la falta de yodo en la alimentación, se descubrió la causa del bocio y las autoridades suizas iniciaron la aplicación de medidas tendientes a proporcionar yodo a las poblaciones de las zonas afectadas y se consiguió en cerca de 15 años una disminución en la frecuencia del bocio de cerca de 77 a 21%". Otros experimentos hechos en otros países dieron resultado similares.
Efectos de la falta de yodo
Cuando falta en la alimentación la pequeñísima cantidad de yodo que nos es necesaria, se dilata la glándula tiroides, situada en nuestro cuello, a ambos lados de la laringe, que forma la llamada manzana de Adán. Dicha glándula está compuesta de un tejido que tiene una alta concentración de yodo (de una parte en 2.500, mientras que en la sangre es de una parte en 2.500.000).
La glándula emplea este yodo que contienen sus tejidos (unos 10 miligramos en total) en la secreción que producde y que se llama tiroxina. Faltando el yodo, la glándula no puede producir suficiente tiroxina y en el esfuerzo que hace para ello se dilata, pudiendo llegar a ensanchar enormemente el cuello, sin por ello lograr segregar bastante tiroxina.
Ahora bien, la tiroxina es una hormona que al circular por la sangre regula muchas actividades del cuerpo. Faltando ella, dichas actividades se realizan en forma más lenta. El corazón late más despacio. Las contracciones del canal digestivo se reducen en frecuencia y vigor, de manera que hay tendencia al estreñimiento.
La persona presenta disminución de la resistencia y puede tener tendencia a engordar. Queda afectada la circulación de la sangre y se tienen fríos los pies y las manos. Hay mala memoria, frecuentes dolores de cabeza. La persona afectada siente frío aun cuando los demás tienen calor.
Por otro lado, hay un tipo de bocio causado por exceso de secreción tiroide. Es el exoftálmico. Puede presentarse en personas cuya glándula tiroides está ya debilitada por falta de yodo. En los casos de bocio exoftálmico, el corazón late con excesiva rapidez y puede haber hasta 160 pulsaciones por minuto. Es una enfermedad que requiere la atención de un médico competente.
Puede desaparecer la dilatación del cuello y quedar la tendencia a la lentitud en las actividades vitales o puede llegarse al mixedema. Sobre todo, las mujeres aquejadas gravemente por el bocio pueden dar a luz hijos que padezcan de discapacidad intelectual.
Precauciones a tomar
Hay regiones del mundo donde no casi hay bocio. El Japón es una de ellas. Otras regiones, generalmente mediterrráneas, se distinguen por el hecho de que hay en ellas bocio. La razón de estas diferencias es muy sencillas. Escriban en la presencia o ausencia de yodo en el suelo.
En el Japón, aunque falte el yodo en el suelo, se hace gran consumo de algas marinas, y de pescado de mar, alimentos que contienen buenas proporciones de yodo; y no hay practicamente bocio. En las regiones costaneras, los vientos llevan el yodo del mar, hasta cierta distancia en el interior y los habitantes no sufren de bocio, pues hay yodo en las verduras y otros productos alimenticios. Pero en las regiones mediterráneas que no tienen yodo en su suelo, las personas para evitar la aparición de bocio deben consumir sal yodada.
Dicha sal ha sido el principal recurso que se ha empleado para combatir el bocio en Suia, Austria, Alemania, norte de Italia, Estados Unidos, Polonia, Chile y muchos otros países. Es simplemente sal común a la cual se le ha añadido una pequeña proporción de yodo, en forma de yodudo de potasio. Este puede ser añadido a la sal de cocina en proporciones que oscilan entre 0,01 y 1 %, a condición de ser usado con un estabilizador.
Sería una muy buena precaución que todos, y especialmente las personas que viven en regiones mediterráneas usasen siempre sal yodada para condimentar sus alimentos. Así estarían seguras de obtener la cantidad de yodo por día que se consideran hoy como dosis óptima para un adulto término medio.
Algunas autoridades creen que consumiendo pescado de mar dos veces por semana, se obtiene suficiente yodo, y el consumo de algas marinas, como cochayuyo, tan común en la costa del Pacífico, proporciona mucho yodo.
Se relaciona con la agricultura
En Estados Unidos ya el siglo pasado siglo pasado El Dr, Northen demostró que las cosechas obtenidas en suelo debidamente mineralizado eran mayores y mejores; que las semillas germinaban mejor, crecían más sanos y daban más frutas y de mejor calidad.
El Dr. Northren duplicó y reduplicó el contenido mineral natural de frutas. Mejoró la calidad de la leche, consiguiendo un aumento en su contenido de hierro y yodo. Mejoró la calidad de la leche, consiguiendo un aumento en su contenido de hierro y yodo. Consuguió que las gallinas pusieran huevos más ricos en los elementos vitales. Mediante un tratamiento científico del suelo, cosechó mejores papas en el estado de Maine, mejores uvas en el de California, mejores naranjas en el de Florida y mejores cosechas generales en otros estados.
Experimentó con una variedad de plantas, y en cada caso fué la misma historia. Mineralizó la comida de las aves, obtuvo más huevos y mejores; equilibrando los suelos de pastoreo, produjo leche más rica. Hasta demostró que cuando se devuelven al suelo los minerales de los que se obtienen pueden resistir a muchas enfermedades y a la mayoría de las plagas de insectos.
Cuando se añadaden fertilizantes que contengan los minerales necesarios, inclusive el yodo, el calcio y posiblemente algunas vitaminas, como ya se ha hecho en ciertos interesantes experimentos, estaremos más seguros que hoy de obtener de los alimentos todos los minerales que necesitamos y por ello de disfrutar mejor salud.
Principales fuentes de yodo
•Mariscos
•Pescados
•Sal de Mar
•Sal Yodada
•Algas
•Leche
•Huevo