Acerca del Reflujo Gastroesofágico
Normalmente al deglutir los alimentos, estos van desde la boca hacia la faringe, donde pasan luego al estómago, pero cuando existe reflujo gastroesofágico los alimentos que ya se han mezclado con los jugos gástricos vuelven al esófago, produciendo una serie de molestias en el paciente.
La causa del reflujo gastroesofágico generalmente está relacionado con una relajación o debilidad del esfínter esofágico, el cual no cierra adecuadamente para evitar que los alimentos y los jugos gástricos se devuelvan.
Pueden estar mayormente predispuestas a padecer reflujo gastroesofágico las embarazadas, los fumadores, además de los obesos, personas con constipación y quienes consumen bebibas alcohólicas.
El paciente aquejado de reflujo gastroesofágico siente una sensación que quemazón en la garganta, lo que se conoce como pirosis. Además puede aparecer una tos persistente y cierta dificultad para deglutir los alimentos.
En algunas personas los síntomas pueden acrecentarse durante la noche, al acostarse.
Tratamiento
El tratamiento se basa en una dieta libre de cafeína y alcohol, siendo restringido el consumo de frituras y grasas.
A las personas con reflujo gastroesofágico se les recomienda no fumar.
Los alimentos o condimentos que el paciente note que aumentan los síntomas deberan ser eliminados de la dieta o podrán consumirse con menor frecuencia y en menor cantidad.
Si las molestias aparecen al acostarse, se recomienda elevar la cabecera de la cama.
Algunos pacientes pueden requerir medicamentos recetados por su médico como antiácidos, entre otros.
Como complementos naturales pueden masticarse hojas tiernas de
maqui, para aliviar la sensación de acidez, además de consumir infusiones tibias de
jengibre.
Generalmente quienes sufren de reflujo gastroesofágico responden bien al tratamiento, pero un menor número de pacientes requieren de cirugía.