Se denomina empiema a la colección de pus libre en el interior de una cavidad del cuerpo bumano. Las localizaciones más frecuentes se dan en la pleura, la vesícula y el apéndice, y entre ellas la de mayor presencia es la de la pleura.  

 

 

El empiema pleural puede ser de naturaleza inespecífica (por gérmenes comunes, como el estreptococo, el neumococo, etc.) o específica (por bacterias de la tuberculosis); puede además afectar a sólo una pate o a toda la cavidad pleural. Las formas inespecíficas son, generalmente, complicaciones de pleuritis, paraneumonitis, abscesos pulmonares, bronquiectasias inflamadas que se abren en la cavidad pleural, mientras que la forma específica es manifestación de la tuberculosis pleural y pulmonar.

 

 

La sintomatología está caracterizada por fiebre de tipo supurativo, dolor torácico, son caracteres de mayor agudeza en las formas inespecíficas respecto a las otras. El hemitórax, sede del proceso agudo, se presenta inmovil o con una disminución de su motilidad normal; a la palpación, percusión y auscultación se ponen de manifiesto los signos de derrame cavitario (reducción o abolición del roce vocaltáctil, silencio respiratorio y matidez). La forma crónica y con frecuencia a la apertura de la cavidad al exterior a través de una fístula por la que el pus sale lentamente.

 

 

El pronóstico, siempre desfavorable en la ra preantibiótica, hoy día ha mejorado notablemente por la posibilidd de esterilización de la avidad infectada con intensos tratamientos antibacterianos efectuados con el antibiótico adecuado. En las formas fistulizadas son útiles los lavados con soluciones antibióticas; en las resistentes, la cirugía.