La dismenorrea es una menstruación dolorosa, caracterizada por la aparición de dolores en el cuadrante inferior del abdomen antes o durante el transcurso de la menstruación. Por lo que respecta a la etiología de la dismenorrea, vale recordar algunas de las numerosas teorías que han sido propuestas y que en algunos casos tienen su aplicación. Para explicar de hecho la causa primaria de los dolores se ha tratado de relacionarlos con la excesiva contracción espasmódica de la musculatura uterina, creyéndose que se deben a causas de oclusión a nivel del canal cevical debidas a un imperfecto desarrollo del mismo, a un insuficiente desarrollo del miometrio (parte muscular del útero), alteraciones vasculares, probablemente en relación con la formación de menotoxinas (toxinas menstruales), que provocarían fenómenos isquémicos  agudos en el útero (como sucede en el corazón en el angor pectoris) o incluso a alteraciones hormonales en el sentido de una producción reducida o aumentada de estrógenos; a factores psíquicos y nerviosos, alérgicos y constitucionales. Sin profundizar excesivamente en sisquisiciones académicas de escaso interés, es necesario descartar la ausencia de alteraciones orgánicas, (enfermedades inflamatorias del útero o de los anejos, tumores, etc.) para excluir el que se trate de una dismenorrea secundaria y achacar a una causa funcional su existencia.  

 

 

 

Es preciso hacer una distinción entre dismenorrea primitiva, idiopática o funcional (cuando no se evidencie una alteración orgánica) de aquella que es síntoma de una causa orgánica. Se calcula que cerca del 35-40 por 100 de las mujeres tiene, en la mayor parte de los casos, dolores menstruales causados por simples defectos funcionales. El dolor de la dismenorrea funcional aparece, por lo general, desde la primers menstruación, y tiene ina intensidad variable y oscilante de un período a otro. Hacia los treinta años pueden desaparecer espontáneamente, sobre todo después de un embarazo. Aparecen el primer día de la menstruación, tienen carácter espasmódico y tienden a desaparecer después del inicio de la expulsión de sangre.

 

 

 

La dismenorrea se caracteriza por la aparición de todo un complejo de trastornos locales y generales que se presentan al mismo tiempo que el flujo menstrual. De hecho, existe un gran porcentaje de mujeres en las cuales las menstruaciones están precedidas y acompañadas por una sensación de tumefacción y de dolor de las mamas, por un discreto edema de los tejidos corporales, por cefalea, a veces acompañada por náuseas y vómitos, modificaciones del humor y una cierta tendencia a la irritabilidad. Todas estas modificaciones pasan a un segundo plano cuando el dolor adquiere carácter considerable; de hecho, es éste el que caracteriza principalmente a la dismenorrea y puede tener distints intensidad, con límites máximos, que a veces ponen a prueba la resistencia de la mujer y la capacidad de soportar estos dolores.

 

 

Se puede dirigir hacia la alteración de la sintomatología dolorosa (tratamiento sintomático) o bien a la eliminación de la causa que lo provoca (tratamiento causal). 

 

Para calmar los dolores serán suficientes los fármacos analgésicos o antiinflamatorios de eficacia proporcional al dolor, y para eliminar la causa de la dismenorrea será necesario recurrir, según la situación patogénica, a la administración de hormonas (progesterona, andrógenos o estrógenos), fármacos sedantes o antialérgicos, antibióticos (en la anexitis y en las endometriosis) o incluso llegar a la intervención quirúrgica capaz de corregir las eventuales malformaciones existentes en alguna zona del aparato reproductor.

 

Como complemento natural se puede utilizar la infusión de manzanilla, orégano o canela, además ayuda la colocación de guateros tibios,  ya sea de agua o semillas.