Acerca de la Amigdalitis
Es todo proceso inflamatorio a cargo de las amígdalas, formaciones de tejido linfoideo situadas a ambos lados de la garganta y cuya misión es la de defender al organismo contra posibles gérmenes patógenos que intenten penetrar a través de las vías respiratorias y de los conductores pertenecientes al aparato digestivo.
Origen
Existen muchos tipos de amigdalitis. Unas son producidas por gérmenes que, normalmente, se hallan localizadas en la boca, mediante la intervención de algún factor que favorece la virulencia bacteriana y hace disminuir el poder defensivo de los tejidos.
Síntomas
La amigdalitis se manifiesta por la dificultad de la deglución, malestar general,
mal aliento, fiebre que tiende a aumentar, hasta ser alta, y color congestionado de las mucosas.
Se distinguen varias formas de amigdalitis según el aspecto de la lesión. Así, cuando se trata de un simple enrojecimiento de la mucosa, se llama amigdalitis catarral; en el caso de enrojecimiento con depósito de exudado sólido blanquecino y punteado sobre las amígdalas se denomina amigdalitis lacunar; si el exudado se halla dispuesto en una capa continua, se llama amigdalitis pultácea; si se produce destrucción de sustancia, se trata de la amigdalitis denominada ulcerosa o necrótica.
Tratamiento
Este varía según la forma anteriormente señalada, pero, en general se utilizan los antibióticos, ya sea inyectables o en gragéas, cápsulas o suspensión. Es benéfico beber gran cantidad de líquidos, como por ejemplo el jugo de
manzanas.
Para aliviar el dolor se recomiendan las gárgaras con agua con bicarbonato.
Su médico además le puede indicar un desinfectante bucofaríngeo, también antiinflamatorios convencionales o naturales como la papaina .