Acerca de la Vitamina E
La vitamina E o tocoferol es una vitamina liposoluble, al igual que las vitaminas A, D y
K, las cuales se denominan de esta manera ya que se disuelven en los lípidos o grasas.
El nombre tocoferol viene del griego tokos (tokos, en griego, significa parto, y ferol implica la idea de producir o llevar, como un salutífero, aurífero, etc.).
Esta vitamina fue descubierta en 1922 por los doctores Herbert McLean Evans y Katharine Julia Scott Bishop, de la Universidad de California, después de una larga serie de experimentos con diversos lotes de ratas.
Existe todo un grupo de vitaminas E o tocoferoles que se designan por las letras griegas alfa, beta y gamma.
El requerimiento diario de vitamina E en un adulto es de unos 15 mg.
No hay evidencia de que falte la vitamina E en la alimentación humana. Sin embargo, en vista de que ciertos experimentos parecían demostrar que, por lo menos en el caso de las ratas, si falta la vitamina E en la alimentacion hay tendencia a contraer el cáncer, conviene asegurarse de que el régimen de la familia incluya alimentos capaces de proporcionar a cada uno su dosis suficiente de este factor, que además favorece el crecimiento y desarrollo normales.
Su carenca puede ser causa de abortos espontáneos de repetición, escasa formación de espermatozoides en el varón y atrofia de la musculatura.
Hay casos en que para que una vitamina produzca su efecto, se requiere que vaya acompañada de otra. Se ha descubierto, por ejemplo, que para la absorción de la carotina y su transformación en vitamina A en el organismo, es necesaria la presencia de cierta cantidad de vitamina E en el estómago y el intestino.
Durante la segunda Gerra Mundial, cuando Holanda quedó liberada, a principios de 1945, hacía meses que los niños de Holanda carecían de vitamina A, y había entre ellos muchos casos de deficiencia de ella. Cuando eran todavía escasas las provisiones de comestibles, hubo oportunidad de dar a un grupo de niños una dosis diaria de 17.000 unidades de vitamina A en la sangre se normalizó; los niños aumentaron de peso; desaparecieron rápidamente las infecciones pulmonares y otros síntomas de falta de vitamina A.
A otro grupo de niños, se le administró una cantidad equivalente de carotina que, teóricamente, debía transformarse en vitamina A en el organismo, pero todos los síntomas de deficiencia perduraban. La carotina, evidentemente, no se convertía en vitamina A. Sin embargo, los mismos niños mejoraban en cuanto fué posible proporcionarles raciones más abundantes.
En presencia de tales hehos, era natural que los investigadores sospecharan que, a fin de que la carotina se pudiese transformar en vitamina A, era necesaria la presencia de otro factor nutritivo, que se hallaba probablemente en diferentes aceites y grasas. Poco a poco, se fué comprobando que la conversión de la carotina en vitamina A se realiza en las paredes del intestio y finalmente que el factor necesario para dicha conversión es la vitamina E, que hasta entonces se conocía principalmente como el factor que evita la esterilidad.
Por otra parte cabe destacar que La vitamina E también actúa sinérgicamente con el selenio, potenciando su acción antioxidante.
En relación con esta vitamina, conviene saber que la vaselina líquida disuelve la vitamina y se la lleva al abandonar al organismo, ya que no es absorbido. No debiera, por lo tanto, hacerse uso indiscriminado y sin precripción médica de dicho aceite mineral o vaselina líquida, para combatir el estreñimiento. Además este aceite mineral es la base de algunas preparaciones que tienen este fin y se expenden a precios más elevados que el simple producto. Lo cual nos enseña otra lección, a saber, que es muy conveniente enterarse de los ingredientes contenidos en cualquier alimento o remedio que uno se propone ingerir. Puesto que la ley obliga al fabricante a imprimir en los envases la lista de ingredientes, adquiramos la costumbre de leer esta lista en cada caso y sobre todo consultemos siempre al médico antes de adquirir productos farmacéuticos.
Funciones
La vitamina E tiene en nuestro organismo una acción antioxidante, la cual puede verse potenciada con el selenio.
A pesar de que clásicamente se le ha conocido como la vitamina de la fertilidad, no se está muy claro en la actualidad que esto sea así.
Parece influir en la constitución de los músculos y en el funcionamiento de las glándulas y órganos reproductores.
Principales fuentes
La fuente natural más rica que se conozca es el gérmen de trigo, pero abunda también en el
aceite de maravilla, aceite de maní, aceite de semilla de algodón, aceite de nueces, aceite de soya,
aceite de oliva,
avellanas, huevo,
palta, verduras de hoja verde como la
espinaca,
almendras, leguminosas, margarina y los cereales integrales.