Acerca de la Vitamina C
La vitamina C, también llamada ácido ascórbico es un producto blanco y cristalino que se puede obtener ahora en forma pura. Es soluble en agua y en alcohol, pero insoluble en aceites, cloroformo y éter. Un miligramo de ácido ascórbico puro equivale a veinte unidades internacionales.
Por varios motivos necesita nuestro organismo pequeñas cantidades de ácido ascórbico (se calcula que la dosis diaria para un adulto es de 75 miligramos).
La provisión de esta vitamina debe ser constante. El ácido ascórbico no se almacena como vitamina A. Se elimina constantemente por la orina, y tiene que ser suministrado diariamente al organismo por la alimentación. El escorbuto, que se presenta cuando falta en absoluto el ácido ascórbico, se cura rápidamente con la administración de la vitamina. Pero la gingivitis o piorrea, que, según ciertos autores, puede deberse a que durante muchos años hubo alta parcial de ácido ascórbico, se cura lentamente.
La vitaminas C se elimina con las heces, orina y la leche materna.
Funciones del ácido ascórbico
La vitamina C es esencial para la formación de tejido fibroso y óseo, para mantener la integridad de los vasos sanguíneos y epitelios, para el proceso de cicatrización de las heridas , y para la respiración de las células.
Mantiene sano el tejido conjuntivo, la substancia que mantiene firmemente unidas las células de los tejidos, como el cemento mantiene unidos los ladrillos de una pared. Este tejido conjuntivo se halla en todos los demás tejidos, y constituye el conjuntivo se halla en todos los demás tejidos, y constituye el principal componente de los cartílagos, los ligamentos, las paredes de las arterias, venas y capilares, y es el material básico de los huesos y los dientes. Así como la fuerza de la argamasa depende del cemento, la del tejido conjuntivo depende de la cantidad de ácido ascórbico.
Como la vitamina A y la
B1, el ácido ascórbico se oxida fácilmente. No se conserva en el jugo de
naranja preparado la víspera para la mañana siguiente. Hasta se pierde en el puré de papas. Lo destruye también la presencia de substancias alcalinas, el calentamiento prolongado y la cocción en utencilios de cobre. De manera que al cocinar conviene introducir las verduras en el agua cuando hierve, procurar que vuelva a nervir cuanto antes, y que apenas llegue el alimento al punto de cocción, se retire la cacerola u olla que puede ser de barro, hierro enlozado, pero no de cobre). Debe también evitarse el recalentar las sobras de comida, y nunca emplearse bicarbonato de sodio, sino más bien algo de jugo de limón en el agua en que han de cocinarse las verduras.
La vitamina C juega también un papel importante en la formación de colágeno.
El ácido ascórbico contribuye a disminuir la insidencia de astenia.
El papel del ácido ascórbico se comprende mejor cuando se recuerda el de la vitamina A en las células de la piel, las mucosas y el esmalte de los dientes. La vitamina A provee algo que las células epiteliales necesitan en su interir para vivir. La vitamina C, por su parte, provee algo esencial para la función de los materiales intercelulares, y esto no sólo se aplica a los que hay entre las células epiteliales (del exterior) sino también a los que hay entre todas las células del organismo. Es decir que afecta el medio en que actúan los fibroblastos que forman el tejido conjuntivo, los ostoblastos de los huesos y los odontoblastos de los dientes, y cuando falta la vitamina C estos componentes esenciales de los tejidos, no estando sostenidos, se desmoronan y mueren.
Es lo que sucede en gran escala en el escorbuto, cuando falta completamente el ácido ascórbico. Si la persona recibe unos treinta miligramos por día (en vez de la dosis normal de 75) no se presentará el escorbuto franco, pero habrá síntomas de desintegración de los tejidos en menor escala. huesos quebradizos, propención a las hemorragias y los moretones, falta de resistencia a las infecciones, y posiblemente piorrea en las encías y dientes.
Todo esto va entrelazado por la sencilla razón de que han quedado afectados los tejidos de los diminutos vasos sanguíneos llamados capilares, encargados de llevar la sangre a todas partes de los tejidos. Las paredes de estos capilares pierden su elasticidad y se rompen con suma facilidad. Por esto al menor golpe se forma un moretón que tarda mucho en desaparecer. La formación de un moretón significa que en vez de ceder bajo el golpe, como sucedería si estuviesen sanos, los capilares se rompen con facilidad y la sangre inunda aquella región. Al no circular, los corpúsculos de la sangre mueren, y mueren también las células de los otros tejidos. Las células muertas se descomponen; entre ellas pueden pulular los microbios; y así queda abierta la puerta a las infecciones.
Habiendo suficiente ácido ascórbico en los alimentos, llega por la sangre a todas partes, y tanto las paredes de los capilares como los medios que retienen las células musculares y también los de los huesos y los dientes se mantienen firmes, las células conservan su vitalidad y los microbios no pueden realizar su obra de desintegración y muerte. El ácido ascórbico cobra así una importancia enorme. Es tal su poder para resistir a las infecciones que se hizo en el siglo pasado la prueba de inyectar virus de la parálisis infantil en el cerebro de una partida de monos, acompañando esta inyección con otra de ácido ascórbico en cierta proporción de los casos, y omitiendo esta precaución en otros. Muchos de los monos favorecidos con buenas dosis de vitamina C permanecieron sanos, mientras que falleció el 95% de los monos carentes de ella.
Contra las infecciones
No estaría, pues, fuera de lugar recomendar a los padres que en los tiempos de epidemia (y mejor aún en todo tiempo) cuiden de que sus hijos y ellos mismos obtengan una buena provisión de vitamina C (Una naranja de buen tamaño provee 50 miligramos, una mandarina entre 20 y 30.)
Tiene hoy plena justificación la recomendación de tomar mucha limonada en casos de resfríos o gripe. Las frutas cítricas (limones, naranjas, pomelos) proporcionan ácido ascórbico que llega rápidamente a los tejidos y, fortificando las células, les permite resistir a los microbios, virus, etc. Se ha comprobado que antes de 24 horas de ser ingerido en forma de jugo de una naranja, o de tomate, el ácido ascórbico ya repara el tejido conjuntivo o intercelular.
El ácido ascórbico en la sangre es eficaz contra los resfríos, lo es también contra otras infecciones. Ciertos experimentos lo han comprobado respecto a la
sinusitis, la
mastoiditis y ciertas infecciones pulmonares. Se han producido, por ejemplo, experimentalmente en cobayos privados de ácido ascórbico, las siguientes infecciones: fiebre reumática, artritis, e infecciones al corazón y las articulaciones. Hasta se cree hoy que los dolores de crecimiento, que aquejan a niños y adolescentes, se debe a la falta de ácido ascórbico.
Tercera edad y cataratas
La vitamina C tiene una potente acción antioxidante, neutralizando la acción de los radicales libres y con esto ayudando a retardar el proceso de envejecimineto.
Se necesita ácido ascórbico a cualquier edad. Sabido es, por ejemplo, que los huesos en las personas de tercera edad se curan dificil y lentamente en casos de fractura. Pero esto es cuando les falta vitamina C. Habiendo mucha en el organismo, los huesos se sueldan perfectamente a cualquier edad.
Hasta parecería haber relación estrecha entre la vitamina C y la condición de los ojos. En el cristalino del ojo, hay generalmente una elevada concentración de ácido ascórbico. Si éste falta en el organismo, falta también en los ojos, como sucede en muchas personas de cierta edad. Y se ha notado que en las personas afectadas de
cataratas, es especialmente pronunciada la falta de ácido ascórbico. Hasta se han producido cataratas en los cobayos que no ingieren vitamina C.
La cooperación entre diversas vitaminas. La A y la C son ambas necesarias para la salud de los dientes y los huesos. La C y la B1 son ambas necesarias para el aprovechamiento de los alimentos, pues si bien la última favorece la combustión de las grasas y las proteínas. La C y la riboflavina son ambas necesarias para evitar las cataratas, de modo que juntamente con la A son esenciales para la salud de los ojos.
Principales fuentes de vitamina C
Las fuentes más ricas de vitamina C son las frutas cítricas, luego vienen los tomates. Hay buenas cantidades en el
perejil, el repollo, la radicheta, las papas, el pimiento, o paprica. También se encuentra en los
arándanos,
kiwi y
goji.
Contenido de vitamina C por porción de 100 calorías
Miligramos
1 papa mediana herbida ........................................... 7
1
manzana grande .................................................... 8
1 banana mediana .................................................... 9
1 pomelo mediano .................................................... 140
5 pimientos crudos, de 10 cms. ........................ 345
2 1/2 tazas de
espinaca cruda .................................... 185
2 1/2 tazas de chauchas cocidas ............................... 11
3 1/2 tazas de
repollo picado, crudo ............................. 88
1 2/3 tazas de
zahahorias cortadas en cubos de 1 cm. ...... 7
3
cebollas medianas,crudas ....................................... 16
3/4 de taza de jugo de naranja ................................... 60
1 1/8 taza de jugo de
limón ........................................ 84
5/8 de taza de leche, entera ..................................... 2
1 2/3 tazas de hojas de nabo cocidas ........................ 33